sábado, 28 de septiembre de 2013

Cosas que pasan si uno sobre piensa las cosas.

¿Acaso no les pasa que a veces sienten que no se puede desafiar al destino, aun si uno vive en esta clase de mundo y no cree en cosas como el destino? ¿O soy la única tarada que piensa tanto las cosas como crear un hilo invisible entre los sucesos? Yo se que no puedo ser la única.
El 28 de septiembre, para mí es un día especial. Un día marcado en tinta roja. Un día representado por varias canciones, entre ellas una dulce melodía tristona llamada Sadame que casualmente significa destino. Todo los años me intento separar de la costumbre. De olvidar, de alguna  manera, que es lo que hace a este día diferente de todos los días. Suelo fallar. Fallar tremendamente. Principalmente porque más uno piensa ciertas cosas o más uno intenta olvidarse de ellas más difícil resulta. Si, todos los años me repito a mi misma que todo esta bien, pero efectivamente nunca lo esta. Todos los años para esta fecha me pongo triste o melancólica, pareciera ser inevitable.
Pero este año, decidí que iba a sobrepasar al 28 de septiembre. Este año iba a ganar yo. Tenía todo preparado y una buena excusa para que no me afecte. Iba sobrada, sin miedo. Tanto falta de miedo que empece el día como cualquier otro día. Puede ser que al rededor de las tres solté una lágrima pero no de tristeza como años anteriores, como para realmente dejarlo todo atrás.
Todo parecía ir demasiado bien tanto que en un momento tuvo que empezar a ir mal. Las cosas nunca van siempre bien. Si parece ir todo demasiado bien es porque en algún momento todo va a dejar de ir bien. Es como una regla escrita en piedra en algún lado. Estoy segura de eso. 
En efecto todo empezó a ir mal. Fuera de chiste parecía el destino riéndose de mi intento de dejar al 28 de septiembre atrás. Diciéndome que si aquello no me afectaba más, iba a armar otro teatro para manchar más de rojo este pobre día. Realmente desesperé por un par de horas.
Pero finalmente no pasó nada. No hubo otra tragedia, ninguna nueva mancha roja. Todo estaba, solamente, dentro de mí cabeza. Simplemente fui yo pensando demasiado.
De alguna manera ahora respiro con alivio y pienso que hoy fue un lindo día en el que me demostré a mí misma que el destino lo elige uno.

1 comentario:

  1. Se necesita bastante fuerza de voluntad para algunas cosas...y si me habra pasado eso de que intentas que sea todo bien, y todo te sale mal u.u ...pero es bueno que haya remontado ^^

    ResponderEliminar