Sonido lejano, ya te apagas dejandome sola. Si pudiera pedir solo un deseo, solo uno bastaria. Pero ya no puedo desear nada mas alla de este momento. Es imposible parar las ruedas del destino que ya han comenzado a moverse.
Sueños y esperanzas, no dejan de ponernos a prueba, dia tras dia. Como si deberiamos hacer algo mas.
Pero mi voz, no alcanza a nadie. Nunca nadie la escucho. Pense que mientras dentro de mi cabeza existiera un lugar al cual pertenesco, podria seguir, aun en la mas dolorosa soledad. Pero ya no mas. Mi cuerpo no me escucha. Ya no se mueve mas. Por mas que lo intento e intento. Hasta aqui he llegado. Ni un paso mas. Solo recuerdos pasan delante de mis ojos. Pronto me quedare dormida para nunca mas despertar.
El cielo se tieñe de rojo con el atardecer. El conocido olor a humedad llena la escena.
Ya lo se. Yo no pertenesco a este lugar, nunca he pertenecido y nunca pertenecer.
El viento se lleva mi ultimo grito, el cual nunca sera escuchado. Y lentamente, mi vida tambien se apaga.
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