jueves, 30 de abril de 2015

Taishou x Alice Episode I - La Caperucita Roja.

Se acercan los parciales así que, como pareciera que es costumbre, me puse a jugar un otome. Y como suelo hacer, vengo acá a resumir el otome que jugué: Taishou x Alice.

Primero que nada una introducción:

El juego empieza cuando la protagonista se despierta en un mundo oscuro sin ningún recuerdo de nada. Asustada por la oscuridad "que pareciera querer asimilarla", la protagonista que no puede recordar ni siquiera su propio nombre, corre en busca de algo o alguien.

Después de correr por un buen rato, se choca con un chico rubio y desesperadamente lo empieza atacar con preguntas. De mal humor el chico se niega a responder las preguntas de la protagonista. ¡Sin embargo la protagonista no se rinde y le sigue preguntando cosas!

Entre un intercambio muy divertido de idas y vueltas, finalmente la protagonista logra que el chico rubio conteste algo. Él cree llamarse Alice. De verdad él no recuerda nada excepto el nombre Alice. No sabe si es su nombre o el nombre de alguien que conoce, pero en principio y para fines prácticos decide que Alice será su nombre. Y ya que está, y que entre todo ese ida y vuelta la protagonista le había pedido que la nombrara a ella también, Alice decide que la protagonista también va a ser Alice.
Pero ya que si los dos se llamen Alice es incomodo, él termina decidiendo que su nombre va a ser Alice = アリス y el de ella Arisu = ありす, que que en japones, créanme, se pronuncian igual.

Una vez sanjado el tema del nombre, empiezan a discutir que hacer. O bien, Arisu insiste en buscar una salida y Alice no tiene ni la más mínima intención. Alice conjetura que posiblemente este "mundo oscuro" sea solo un sueño y empieza a preguntarse porque no recuerdan nada y que sucedería si recordasen todo. Arisu insiste que no importa que quiere recordar y quiere salir de ahí. Así que finalmente ambos Alices se ponen a buscar una salida juntos (y de la mano porque Arisu no permite que sea de otra manera)

Después de caminar por un buen tiempo, finalmente los Alices encuentran algo. Un algo que ninguno de los dos termina de estar muy seguro si es un montón de cristales que parecen espejos o un montón de espejos que parecen cristales. De cualquiera de las dos formas, Alice se pone a pensar que sucedería si los rompen. Arisu rechaza la idea de romperlos y en vez fantasea con el mundo del otro lado de esos espejos. Como esto es un sueño, dice Alice, seguro que si lo desean sería posible ir. Entonces Arisu desea con fuerza conocer el otro lado del espejo y en ese momento, los espejos dejan de reflejar a los Alices y en vez reflejan a dos muchachos: Cenicienta (Shinderera) y La Caperucita Roja (Akazukin)

Alice sabe que Arisu saltará hacia alguno de esos cristales y que como sigue tomados de la mano lo terminará arrastrando así que le pregunta a Arisu a cual de los mundos ella desea saltar.
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Y así la historia se divide en las dos primeras rutas. Y como ya se dieron cuenta, la primera que elegí fue la de La Caperucita Roja.

Antes de empezar con la ruta, déjenme contarles que toda mi infancia creí que Caperucita Roja se llamaba Capelucita  Roja con L y aun hoy me resulta un poco raro llamarl@ Caperucita.

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Sin más preámbulos, la ruta de Caperucita Roja, Akazukin:
"Un día, mi madre me llamó y me dijo:
 - A diferencia del resto de los niños, tú eres buen niño. Así que nada de jugar afuera. Todos los otros niños son lobos y no sabes lo malvado que son los lobos. Si intentan hablarte, ignóralos. Mientras yo no esté, tienes que cuidar la casa. Si alguien llama a la puerta, por nada en el mundo los dejes entrar
 - Sí, mamá.
Pero, perdóname madre, no te hice caso. Fui cerca del lago, a la casa que está en el oscuro bosque.
- ¿Hay alguien en casa?
Por mucho que llamé a la puerta, misteriosamente nadie me respondió. Como era la única casa que había en la zona, era imposible que me haya equivocado de casa.
Abrí la puerta que para mi extrañar no estaba cerrada con llave. Las luces estaban apagadas, pero  por la ventana entraba la luz de la luna así que podía ver más o menos.
Y cuando vi aquello, me di cuenta de mi pecado.
Si le hubiera hecho caso a mi madre y no hubiera perdido el tiempo, no habría perdido a mis seres queridos."

Luego de dicha introducción, nos presentan a los protagonistas de esta ruta: Yurika Arisu (la prota cuyo nombre uno puede cambiar, pero a mí me gusta dejar así), una chica rica que vive sola en una gran mansión que últimamente siente que alguien la está acosando y como prueba de eso hace poco le llegó una carta de amenaza firmada por el lobo exigiendo que admita sus crímenes; y Akazukin o Caperucita Roja, un policía conocido por ese nombre debido a que siempre tiene puesta una caperuza roja que fue a la casa de Arisu para investigar acerca del presunto acosador.

Luego de hacer unas preguntas básicas (como si está segura que el acosador no es parte de su imaginación o no le puede pedir a algunos de sus padres o a su hermano mayor que se quede con ella), Akazukin decide que, para proteger a Arisu de la amenaza del lobo, va a hacerle de guardaespaldas las 24 horas del día. Y así, Akazukin, que ya tiene todo lo que necesita en su valijita, empieza a vivir bajo el mismo techo que Arisu. 

Aunque las cosas no son tan fáciles. Akazukin es un muchacho cool y serio, que todo el tiempo mantiene una distancia muy profesional con respecto a Arisu. Tanta, que en un punto llega a ser incomodo. De lo primero que Arisu se tiene que ocupar, es lograr que Akazukin coma la comida que ella prepara y no la comida en latas que el trajo o lograr que Akazukin no duerma afuera en la intemperie (considerando que ademas es invierno). Cosas, que por suerte, después de insistir suficiente consigue.

Y así pasan un par de días en los que Arisu va al colegio como todos como siempre. Akazukin la acompaña hasta cerca de la puerta y decide que va a pasar el día haciendo guardia por la zona. En el colegio, como de costumbre, Arisu almuerza con su hermano mayor, Ryoushi (nombre que como suena igual a la palabra japonesa para cazador que también se dice Ryoushi, lo apodan Cazador) y con su buen amigo Ookami (nombre que suena igual a la palabra japonesa para lobo que también es ookami, pero se escribe diferente).

A todo esto, hay un corto 'interludio', por llamarlo de alguna forma, que sigue con la historia del niño cuya madre le había dicho de no salir de su casa. El niño, mientras su madre no estaba, iba a pasar el tiempo a la orilla de un lago que era un lugar donde podía estar solo y esconderse de la vista de los demás. Siempre estaba solo, hasta que un día otro niño lo invita a jugar. Al principio el niño solitario lo ignora siguiendo la advertencia de su madre pero la invitación se repite todos los días. Tanto se repite, que el niño solitario empieza a esperar con ansias que el otro niño venga a invitarlo.

Luego de un par de días de vivir bajo el mismo techo que Akazukin, Arisu no consigue acortar la distancia que hay entre Akazukin y ella, así que le pide a Ookami y a Ryoushi que le aconsejen que hacer. Ryoushi propone llevarlo a un lago que hay por ahí cerca, que es un lugar tranquilo e intentar un poco de contacto físico. Arisu sigue el consejo y después del colegio va junto con Akazukin a la orilla del lago. Pasan un rato ahí sentados, charlando... Más que nada Arisu intentando aunque sea acortar un centímetro la distancia que Akazukin parece empeñado en mantener en un metro. Cuando es hora de irse, Arisu le pide a Akazukin que la ayude a levantarse y Akazukin, quien se niega rotundamente a acercarse, le ofrece una rama. Arisu decide tomar la rama, pero cuando se intenta levantar sosteniéndose de esa rama que Akazukin está sosteniendo, pierde el equilibrio. Akazukin, consigue atraparla antes de que se caiga al lago, pero... Apenas la toca, se pone tan tan tan nervioso que la termina empujando al agua...

Así es como Arisu termina dándose cuenta que a diferencia de lo que creía hasta entonces, Akazukin no es un chico serio y tan cool como una tormenta de nieve... todo lo contrario, es un chico muy pero muy tímido que solo tocar a una chica lo descoloca totalmente. Así concluye la cita al lago.

Obvio que bañarse en un lago en pleno invierno no es muy saludable... Al volver a su casa, Arisu comienza a sentirse mal y termina desmayándose por la fiebre.

Aquí viene otro 'interludio' que nos cuenta como el otro niño (que ya queda bastante obvio que se trata de Ookami) le sigue insistiendo al niño solitario en ir a jugar, en ser amigos.
Insiste, insiste y en insistir tanto y algunas palabras dulces como "Te considero mi amigo" o "Somos iguales" entre otros halagos, Ookami empieza a encontrar una brecha en la dura defensa del niño solitario que todavía insiste en seguir el consejo de su madre y no hablar con extraños.

Cuando Arisu se despierta, está en su cuarto. Lo que significa que a pesar de ser no gustarle lo más mínimo el contacto físico, Akazukin llevo a Arisu desde el living hasta su habitación y no solo eso, también tuvo la delicadeza de buscar algunas flores y ponerlas al lado de la cama de Arisu. Y así empieza el intento (levemente fallido y muy gracioso) de Akazukin por cuidar a la enferma Arisu, intentando no acercarse. Así llega el día siguiente y aunque Arisu ya se siente mejor, termina decidiendo no ir a clases porque todavía sigue un poco enferma. por lo que se va a descansar. Sin embargo, Arisu no es la única enferma, Akazukin se contagio, así que también se desmaya. De alguna forma, Arisu logra llevarlo hasta la cama, pero se queda dormida ahí también.

Entonces otro 'interludio' nos cuenta como Ookami llevo a su nuevo amigo a conocer a su abuela. La abuela de Ookami era muy muy amable y no solo hacia unas tortas muy ricas, si no que además era muy buena cociendo. El niño solitario que no conocía el amor maternal se encariño rápidamente con la abuela de su amigo. Y la abuelita también para que el niño no tenga que no estar cabizbajo, le regalo una caperuza roja. Y así, como el niño le gustaba tanto esa caperuza roja y no se la sacaba nunca, la gente a su alrededor, lo empezó a llamar Caperucita Roja o Akazukin.

Grata es la sorpresa para Arisu cuando se despierta en los brazos de Akazukin. (Lástima que ál casi muere de un infarto cuando un rato después también se despierta). Y todo hubiera sido muy bonito y nada más si no fuera porque durante el rato durante el que Akazukin todavía está dormido, Arisu ve una sombra... ¡Una sombra que tiene orejas en punta! (y no es por culpar a nadie... pero Ookami siempre tiene puesta una capucha con orejitas)... Cuando Akazukin despierta (después de toda la comedia pertinente) y Arisu le cuenta la sombra que vio, Akazukin revisa la casa y aunque no encuentra a nadie sospechoso, encuentra pisadas...

Al día siguiente, Arisu vuelve al colegio para descubrir que Ookami está ausente porque aparentemente también se enfermo. Aunque lo más importante ese día es que al volver a su casa, Arisu descubre que otra vez alguien entró y no muy delicadamente que digamos. Varias cosas están rotas, entre ella el florero con las flores que Akazukin le había traído cuando ella se había enfermado y no solo eso... Cuando Arisu logra tranquilizarse, una roca entra por la ventana otra carta de amenaza bastante peor que la primera... Por suerte, Akazukin hace su mejor esfuerzo para consolar a Arisu y le da la mano (todo un avance para nuestro shy boy).

Y así aparece otro 'interludio' o mejor dicho otra memoria de Akazukin cuando era chico... de como él quería de alguna manera agradecerla a la abuela de Ookami por la caperuza, así que le llevo unas flores que encontró en el camino. Sin embargo, después de ver las flores que vendían en la florería le pareció que las flores silvestres que le había llevado a la abuelita eran poca cosa y empezó a ahorrar para poder comprarle un ramo de rosas de verdad.

Y así llega de nuevo la mañana. Arisu va al colegio solo para descubrir que Ookami sigue estando ausente y para que Ryoushi le aconseje tener cuidado con el lobo. Akazukin está más alerta que los días anteriores e intenta entrar al colegio por lo que Arisu decide irse más temprano y tener una cita con Akazukin. Es así como los pasan el resto de la tarde a las orillas del lago hablando de diversas cosas.
Akazukin dice que una vez que atrapen al lobo, hay algo que quiere contar algo...

Entonces, aparece otro 'interludio' o más recuerdos de Akazukin. Akazukin recuerda un día en que Ookami le había dicho de quedarse todo el día jugando. Ookami estaba harto de que su abuela lo este sobreprotegiendo siempre y quería hacerse un poco el niño rebelde y armar una casa en un árbol. Intentando reunir los materiales para su casa en el árbol, Ookami se cae al lago y cuando Akazukin lo está a punto de ir a salvar, llega un cazador en busca de Ookami. Sin embargo, el cazador que lo único que sabía de Ookami era que tenía puesta una capucha, se confunde a Akazukin con Ookami y le insisté a Akazukin que vaya a ver a su abuela que tuvieron que internarla porque estaba muy enferma. Akazukin abandona a su amigo y va a ver a la abuelita. Pero cuando llega al hospital donde está la abuela y al ver que ella está esperando a su nieto, Akazukin le miente, se hace pasar por  Ookami y le regala un ramo de flores que compró apurado en la florería. Después de eso, nunca más volvió a ver ni a la abuelita ni a Ookami. Se sentía tan mal por haberle mentido que no fue a visitarlos por un tiempo y cuando un día sin pensarlo fue a hasta su casa, se encontró que no había nadie. Si le hubiera hecho caso a su madre, nunca hubiera perdido a sus seres queridos

Volviendo al presente, como ya se había hecho tarde, Arisu decide que es hora de ir a visitar a su amigo Ookami a ver si necesita algo ya que estuvo dos días ausente por fiebre. Sin embargo, mientras Akazukin y Arisu caminan por el bosque hacia la casa de Ookami, alguien rapta a Arisu en un descuido de Akazukin. Y ese alguien no es otro que.... Ryoushi, el cazador!! Ryoushi tira a Arisu en una cabaña y le dice que se porte bien que ella es un rehén importante y para que Arisu no se aburra le tira a un muchacho rubio que encontró por ahí, Alice. (Dato interesantes, Alice recuerda y reconoce a Arisu, pero Arisu no parece reconocer a Alice en lo más mínimo)

Arisu intenta escapar y Alice le plantea  porque "atrapan a las heroínas". ¿Por qué son débiles? ¿Por qué tienen un poder especial? ¡No! Para darle a los hombres que van a salvarlas el papel de héroes.

Entonces cambiamos el punto de vista. Akazukin recorre toda la ciudad desesperadamente en busca de Arisu. Recuerda los eventos de su niñez. Como después de lo sucedido, después de mentirle a la abuelita y abandonar a su amigo, Akazukin cerró su corazón a la gente. Como después de muchos años, cuando por casualidad volvió a ver al cazador, a Ryoshi, su corazón se lleno de odio... Si no hubiera sido por su culpa, si no hubiera porque Ryoshi lo confundió con Ookami, nada de esto hubiera pasado... y aunque sabía que no tenía lógica, porque el único culpable era él mismo, no podía evitar odiar a Ryoushi y querer vengarse... Fue entonces que ideo todo el plan... le mandaría una carta de amenaza a la hermana de Ryoushi y luego se haría pasar por un policía e iría a su casa... Pero no tuvo en cuenta que Arisu fuese tan simpática, al poco tiempo, aun si protegerla era solo parte de la actuación, termino queriendo protegerla de todas formas... Además Akazukin sabía que la segunda carta de amenaza no estaba dirigida a ella, estaba dirigida a él mismo. Y mientras Akazukin pensaba y corría por la ciudad se encuentra con Alice quien le dice que vaya al lago.

Cuando Akazukin llega al lago, se encuentra con Ookami que tiene atrapada a Arisu. Al principio Akazukin no reconoce a Ookami pero una vez que lo hace Ookami le dice: "Si no quieres que la lastime, sácate la caperuza y admite tus crímenes." Al sacarse la caperuza, quedan a descubiertas sus orejas de lobo. ¡¡Así es, todo este tiempo Caperucita Roja fue realmente el Lobo!! Akazukin se disculpa por haber mentido, por haberlos engañado, por haberse hecho pasar por Ookami frente a la abuela, por haberse hecho pasar por un policía, por todo y le ruega a Ookami que suelta a Arisu que no tiene nada que ver. Al ver que Ookami no parece estar muy convencido con todas las disculpas y no parece tener mucha intención de soltar a Arisu, Akazukin se abalanza a salvarla, logrando que los tres se caigan al lago. Una vez con "Arisu a salvo", Arisu se disculpa por haberlo engañado. Y cuando llega Ryoushi, el hermano de Arisu, se ponen a explicar todo lo que había sucedido.

Ookami nunca lo había culpado por nada de lo que Akazukin se culpaba a si mismo, aunque estaba enojado porque se borró así sin más.
Hace algún tiempo que Ryoushi había vuelto a ver a Akazukin y se había preocupado por lo cerrado que estaba hacia con los otros y cuando Akazukin se acerco a Arisu, de alguna manera acordaron entre todos tenderle esta trampa y hacerlo sentir enfrentar sus problemas y lograr que se perdonara a si mismo por todo lo que había sucedido que tampoco era para tanto. Ni siquiera había engañado a nadie, porque hasta la abuelita se había dado cuenta que era Akazukin y no Ookami. Así pues, Arisu le da un pequeño "castigo" (beso) por sus crímenes y le pregunta si la perdona por haberlo engañado. Él dice que si, que la perdona y se perdona a si mismo también y así todos fueron felices y comieron perdices.

Antes del final final, aparece un mago que le cuenta esta historia de caperucita a alguien...

Luego hay un pequeño epilogo en el que Akazukin decide que por fin va a decirle a Arisu la ama y le lleva un ramo de flores.

Personalmente me gusto mucho el final. Me tomó por sorpresa. Toda la ruta estaba tan pero tan segura que Ookami era el que mandaba las cartas de amenaza que me dolía un poco... Estaba como un 85% segura que era él y el 15% restante se lo daba a la posibilidad de que el Cazador fuera el malo como plot twist... Nunca me imagine que todos, pero todos, estuvieran complotados incluida la protagonista.
Posiblemente no lo haya sabido transmitir en el resumen, pero a mí parecer la ruta tuvo un buen balance de comedia, drama y misterio. (Hice mi mejor esfuerzo para trasmitir el misterio, pero la comedia es un toque más difícil).


Otras rutas:
*Cenicienta*